El origen de lo que hoy conocemos por escuela tuvo lugar en el siglo XIX, y se creo como una institución al servicio del Estado Nacional que pretendía alfabetizar a las masas para que la población pudiera acceder a la cultura, se trataba de una institución nacida para la sociedad industrializada.
Los procesos de enseñanza en el siglo XIX y principios del XX se caracterizaba por el intento de transmitir las señas de identidad nacional a los ciudadanos. El libro de texto era el canon cultural, aprender era visto como el acto de memorizar datos, el docente era el protagonista de la enseñanza, y la metodología didáctica característica era la expositiva, el profesor explica los alumnos atienden.
Pero con la llegada del siglo XX y la aparición de las nuevas tecnologías digitales, este modelo se esta quedando anticuado.Por ello la escuela del siglo XXI tiene que redefinirse para esta nueva sociedad. Entre las propuestas del sistema escolar español, se ha incorporado al curriculum la materia llamada "Tratamiento de la información y competencia digital". La competencia digital significa que los estudiantes deben aprender a saber acceder a la información, saber seleccionarla, así como saber analizar e interpretarla correctamente. También debe ser capaz de comunicarse digitalmente y enviar información de forma segura.
Pero, ¿cómo enseñar esto?
Tiene que ser a través de una metodología basada en el desarrollo de actividades cuyos criterios deben ser el proporcionar experiencias de aprendizaje a través de la acción, el desarrollar una metodología constructivista, el fomentar el trabajo colaborativo del alumnado así como promover el empleo de fuentes y herramientas como libros y herramientas web 2.0, como por ejemplo: el uso de wikis, de blogs realizados por los mismos estudiantes, el uso de foros estudiantiles, aula virtual, etc.